lunes, 11 de mayo de 2015

"Ciudades de papel", de John Green

• "Le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno". • 





Título: Paper Towns

Autor: John Green

Géneros: YA, misterio, contemporáneo

Versión cinematográfica: Próximamente











Reseña:

"Ciudades de papel" es una novela que guarda un poco de todo: misterio, risas, aventura, viaje de carretera, romance, drama y, sobre todo, reflexiones. Un libro lleno de frases que nos invitan a pensar en el futuro, en la superficialidad, en cómo nuestra percepción de las personas nunca las reflejan realmente como son.




Todo comienza cuando Margo y Quentin, con sólo 10 años, encuentran por casualidad el cadáver de un hombre que se suicidó. Mientras que Quentin no se atreve a mirarlo y da un paso hacia atrás, Margo decide aproximarse. Sin poder entender qué lleva a un hombre a suicidarse, ambos llegan a la conclusión de que un hombre está unido por hilos y que, a lo mejor, el último hilo que mantenía a ese hombre sobre sus pies se había cortado. Esta metáfora de los hilos está en el corazón de la narración.


Una noche, siete años después, a tan sólo un mes de la graduación, y tras haberse distanciado mucho de su amigo de la infancia, Margo acude a Quentin en busca de un compañero de crimen: luego de descubrir que su novio la engañó con su mejor amiga y que la gente que la rodeaba lo sabía y calló, Margo planea una minuciosa venganza contra cada uno de los involucrados. 





Tras haberse vengado de cada persona que alguna vez le hizo mal a ella o a Q, Margo decide marcharse, de la noche a la mañana, dejándole a Quentin unas pocas y misteriosas pistas para que la encuentre.





Y es aquí donde comienza la aventura. Quentin acude a sus amigos, Ben y Radar, y a la amiga de Margo, Lacey, para descifrar las pistas. Así, llega a la conclusión de que cada uno de ellos tienen una percepción completamente distinta de la misteriosa Margo y que nadie sabe en realidad quién es ella, en qué estaba pensando y, más importante aún, cómo convertirse en Margo para poder dar con ella. Por fin, Quentin llega a una conclusión:


Y a otra:


Como dije en la introducción de esta reseña, lejos de ser una historia sobre adolescentes en un viaje de carretera, "Ciudades de papel" es una novela llena de frases que invitan a la reflexión sobre cuestiones cotidianas que, por lo general, pasan desapercibidas cuando no deberían. Con su humor particular y su estilo tan propio, John Green nos invita a pensar fuera del molde, a adquirir más de dos dimensiones y a abandonar las estructuras de papel.

Algunas frases:

“La ciudad era papel, pero los recuerdos no”.

“No te necesitaba, idiota. Te he elegido. Y luego tú me has elegido a mí”.

“Una ciudad de papel para una chica de papel".

“Margo no era un milagro. Ella no era una aventura. No era una cosa bella y preciosa. Era una chica”.

“Siempre me ha parecido ridículo que la gente quiera estar con alguien solo porque es guapo. Es como elegir los cereales del desayuno por el color, no por el sabor”.

“–Las cosas nunca suceden como te imaginas.
–Sí, es verdad. Pero también es verdad que si no imaginas, nunca pasa nada”.

“Marcharse es muy duro... hasta que te marchas. Entonces es lo más sencillo del mundo”.

“Y no puedo evitar sentir que Whitman, por su belleza furiosa, quizá fue demasiado optimista. Podemos oír a los demás, y podemos viajar hasta ellos sin movernos, y podemos imaginarlos, y todos estamos conectados por un loco sistema de raíces, como hojas de hierba, pero el juego hace que me pregunte si en realidad podemos convertirnos totalmente en el otro”.

"Quizá los hilos se rompen, o quizá nuestros barcos se hunden, o quizá somos hierba y nuestras raíces son tan interdependientes que nadie está muerto mientras quede alguien vivo. Lo que quiero decir es que no nos faltan las metáforas. Pero debes tener cuidado con la metáfora que eliges, porque es importante. Si eliges los hilos estás imaginándote un mundo en el que puedes romperte irreparablemente. Si eliges la hierba, estás diciendo que todos estamos infinitamente interconectados, que podemos utilizar ese sistema de raíces no solo para entendernos unos a otros. Las metáforas implican cosas".

“Desde aquí no se ve el óxido, la pintura cayéndose y todo eso, pero ves lo que es realmente. Ves lo falso que es todo. Ni siquiera es duro como el plástico. Es una ciudad de papel. Mírala, Q, mira todos esos callejones, esas calles que giran sobre sí mismas, todas las casas que construyeron para que acaben desmoronándose. Toda esa gente de papel que vive en sus casas de papel y queman el futuro para calentarse. Todos los chicos de papel bebiendo cerveza que algún imbécil les ha comprado en una tienda de papel. Todo el mundo enloquecido por la manía de poseer cosas. Todas las cosas débiles y frágiles como el papel. Y todas las personas también. He vivido aquí dieciocho años y ni una sola vez en la vida me he encontrado con alguien que se preocupe por lo que de verdad importa”.



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